
Salto, robot asistencial para personas mayores.
Michael Cook. BioEdge.
La inexorable llegada del invierno demográfico a escala mundial plantea muchos interrogantes, pero ninguno tan importante como de qué manera se cuidará a las personas mayores. A nivel mundial, el número de personas mayores de 65 años aumentará a 1.500 millones para 2050. Con la disminución de su población y su tasa de natalidad, los japoneses están particularmente preocupados. Para 2040, los expertos nipones estiman que faltarán 690.000 cuidadores de personas mayores, la mayoría de ellos con discapacidades físicas que les impiden la realización de las tareas diarias.
¿Quién va a llenar el vacío? O, mejor dicho, ¿qué? En Japón, los “robots asistenciales” son una parte vital de la planificación anticipada para la crisis venidera. Sin embargo, aunque los robots sanitarios se están desarrollando y mejorando a un ritmo rápido, su aceptación social ha sido limitada.
Se sospecha que las cuestiones éticas que rodean el uso de dichos robots pueden estar obstruyendo la implementación de esta tecnología. Muchos modelos de aceptación han demostrado que las percepciones éticas de las personas mayores, sus familias y los cuidadores profesionales con respecto a los robots asistenciales pueden afectar su intención de adoptar esta tecnología. Hasta ahora, no existía un modelo universal que pudiese dilucidar la relación entre las percepciones éticas y la intención de utilizar robots asistenciales en todos los países y contextos culturales. Este vacío se ha llenado con una investigación realizada por un equipo de investigadores internacionales dirigidos por la doctora Sayuri Suwa de la Universidad de Chiba.
El equipo desarrolló un cuestionario que examinaba las cuestiones éticas que podrían afectar la voluntad de utilizar un robot asistencial en tres países: Japón, Irlanda y Finlandia. La encuesta se realizó entre noviembre de 2018 y febrero de 2019 entre personas mayores, sus cuidadores familiares y cuidadores profesionales. Este estudio ha sido revisado por varios comités de ética en los tres países. Los investigadores analizaron un total de 1.132 respuestas, de las cuales 664 procedían de Japón, 208 de Irlanda y 260 de Finlandia. Descubrieron que la disposición a utilizar robots sanitarios era mayor en Japón (77,1%), seguido de Irlanda (70,3%) y más baja en Finlandia (52,8%).
Mediante el modelo estadístico desarrollado, los investigadores descubrieron que las preocupaciones se agrupaban en torno a cuatro cuestiones en los tres países: 1) la adquisición y el manejo de la información personal, 2) el empleo de la información personal para atención médica a corto y largo plazo, 3) el uso secundario de la información personal, y 4) la participación en la investigación y el desarrollo de los robots. Los resultados de esta investigación se han publicado en el volumen de enero de 2023 de Archives of Gerontology and Geriatrics.
Al analizar la importancia y el impacto a largo plazo de su estudio, la doctora Suwa concluye: «A partir de nuestros resultados, podemos inferir que la implementación social de los robots asistenciales puede promoverse si los investigadores y gestores alientan a los usuarios potenciales a participar en su proceso de desarrollo, ya sea concurriendo como codiseñadores o coproductores. Nuestra esperanza es que se mejore el proceso de desarrollo de los robots asistenciales para contribuir al bienestar humano en una sociedad global que envejece”.