Ley Trans en España: «la muerte de la razón»

El gobierno de España aprobó recientemente la ley Trans y la ha remitido a las Cortes para su tramitación parlamentaria, ignorando los informes de expertos y sin el visto bueno de la Justicia y la Fiscalía. El Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial habían señalado dificultades importantes, que tampoco se han tenido en cuenta. Grupos feministas han criticado la ley, por entender que atenta contra los derechos de las mujeres.

Por tratarse de un tema de gran relevancia personal y social, parece conveniente hacer algunos comentarios, y exigir de las autoridades y profesionales una revisión profunda de la ley.

Se aprueba la “autodeterminación de género”, sin necesidad de informes médicos, desde los 16 años, y basta para ello una declaración personal (entre 12 y 14 años hace falta autorización judicial y entre 14 y 16  acudir con los padres). Cada uno se registrará como desee. El planteamiento de “elegir” la identidad choca con la biología y el derecho y distorsiona la realidad. Cada ser humano es hombre o mujer al nacer, independientemente de sus deseos, y si hay alguna anomalía o disforia de género resulta muy conveniente acudir a los especialistas correspondientes, por el bien de las personas. Prohibir de forma absoluta la atención médica incluso a mayores de edad resulta sorprendente y contrario a la libertad y el sentido común. Otra cosa es que luego en el futuro deseen seguir una conducta u otra en la vida afectivo/sexual personal, asumiendo su responsabilidad.

Hay que actuar además con gran prudencia en el caso de niños y adolescentes, que están en etapas de consolidación de su desarrollo personal, para evitar daños y alteraciones definitivas. Sorprende por ejemplo la noticia de un juez de Orense, señalando que un niño de 8 años tiene la madurez necesaria para un cambio de sexo. El psiquiatra Celso Arango y otros especialistas confirman que “hay un incremento bestial de adolescentes que asumen ser trans sin serlo”, movidos por la presión ideológica actual. En USA es una plaga que está dañando a muchas jóvenes, como recoge la periodista Abigail Shier en su libro: “Un daño irreversible: La locura transgénero”. En Gran Bretaña ha habido una presión similar y se han multiplicado casos de confusión sexual en adolescentes, fruto de la moda ideológica trans. Algunas quisieron después cambiar, pero a veces no ha sido posible por haber sufrido intervenciones irreversibles.

En algunos países y recientemente en España se persiguen también opiniones distintas, etiquetando a los escritores o profesionales que discrepan del discurso oficial  del grupo LGTBIQ, que sigue los principios de Yogyakarta de 2007 y promueve su agenda ideológica en todo el mundo con apoyo de instituciones y medios de comunicación. Urge la aportación científica, jurídica, educativa y social de los profesionales, familias e instituciones afectadas, para exponer con libertad y rigor los datos necesarios sobre este tema, garantizando así el bien común, sin presiones ideológicas.

Gloria Solé Romeo. Historiadora y Vocal de la JD de AGABI