Un libro que ha provocado una polémica amplia entre los ambientes LGTBI.

Asistimos en esta última temporada a una invasión de noticias, programas y propuestas “trans”, a través de medios de comunicación y declaraciones de personas e instituciones. Algunos exigen un apoyo urgente a quienes quieren “cambiar” de sexo, por no sentirse cómodos con su situación actual. Escuelas, familias y asociaciones “deben” aceptar esos cambios como algo natural, y evitar atención especializada de médicos y psicólogos, como se hacía en otro tiempo, si no es para llevar a cabo los deseos de esas personas.

En el pasado ha habido casos de disforia de género y otras situaciones anómalas que se han abordado con responsabilidad desde ámbitos sanitarios o educativos, buscando ayudar a las personas –siempre que fuera posible- a conseguir una identificación clara y coherente con su sexo biológico, sin trastornos físicos o emocionales. Pero ahora se han multiplicado los casos de propuestas de cambio de sexo, sobre todo entre chicas adolescentes.

Precisamente hace poco tiempo ha salido un libro que ha provocado una polémica amplia entre los ambientes LGTBIQ, exigiendo en ocasiones que no se difundan sus ideas. Se titula: “Un daño irreversible: LA LOCURA TRANSGENERO que seduce a nuestras hijas”, y lo escribe Abigail Shrier, periodista del Wall Street Journal.  La autora ha hablado con muchas chicas que decidieron someterse al cambio de sexo, así como con familiares, profesores, etc. Señala que muchas chicas normales, al oír en sus escuelas una conferencia de alguien “trans”, o conocer en medios de comunicación o redes sociales alguien así, acceden por curiosidad a internet y descubren la comunidad de influencers “trans” y personas que les animan a probar un cambio, que les resultará satisfactorio y les hará más populares hoy…Sin la madurez necesaria para ponderar decisiones fundamentales, e influidas por sus pandillas, se han sometido a tratamientos quirúrgicos agresivos, bloqueadores de la pubertad y otras intervenciones que han alterado mucho su cuerpo, y que en ocasiones causaron infertilidad permanente o graves consecuencias físicas y emocionales. Por tomar esas decisiones en etapas adolescentes, hay muchos casos de personas que luego se arrepienten de sus decisiones, y a veces ya no pueden resolverlas. Alerta a las familias de esta locura trans, que está perjudicando a sus hijas de forma grave.

Algunas chicas quisieron exponer su mala experiencia, aunque han encontrado mucha dificultad a veces para dar su testimonio. Por ejemplo, una chica de USA que expuso estaba arrepentida, después de las alteraciones sufridas, y sin que le ayudaran a abordar la depresión y otros trastornos que estaban en la base de sus problemas iniciales. Consiguió explicarlo en la cadena CBS y en Newsweek, pero sufriendo campañas agresivas, mientras todo fueron facilidades cuando quiso al inicio cambiar de sexo.

En el Reino Unido, la escritora J.K. Rowling ha sufrido graves acusaciones y campañas por haber sugerido algunos cambios en la ley trans que se estaba tramitando, por considerar que dañaba a las mujeres. A pesar de la persecución, ha seguido argumentando de forma valiente, sin dejarse intimidar. También en ese país una chica trans ha ganado un juicio contra la clínica que le hizo intervenciones irreversibles de cambio de sexo, en una etapa de su vida que aún no era mayor de edad ni sabía lo que estaba haciendo. De hecho, en ese país se está paralizando en la sanidad pública este tipo de actuaciones para evaluar mejor resultados y acciones futuras.

De manera simultánea, muchos países han ido presentando estos años leyes trans, presionando a los gobiernos, centros sanitarios, y escuelas. También en España Podemos presentó una ley trans que supone graves problemas para el bienestar de los hijos, incluso en edades tempranas, y dificulta la responsabilidad de padres y educadores. Desde muchos ámbitos ha habito protestas, incluso del Movimiento feminista, que critica de forma rotunda el planteamiento trans, que perjudica a las mujeres. En USA y otros países se ha promovido también desde ámbitos feministas una Declaración internacional contra la sustitución de sexo por identidad de género, por ser contraria a la realidad y resultar confusa. La libre elección y diversidad de géneros plantea elecciones cambiantes, fluidas, que chocan con la biología y están provocando graves problemas en todo el mundo.

Desde ámbitos deportivos hay también protestas ante la incorporación de personas trans en competiciones femeninas, que suponen desigualdad injusta con las mujeres reales.

La situación actual es una etapa más del proceso acordado en la Conferencia de Yogyakarta, cuyos principios promueven desde  2007 la aprobación internacional en todos los estados e instituciones de una agenda LGTBIQ que, planteada para “ayudar” a las personas de esa orientación sexual, está desdibujando de hecho la realidad natural hombre-mujer, a través de leyes y campañas de diversidad sexual.

La presión ideológica actual es muy grande, y requiere la aportación de científicos, escuelas, familias, para conocer la realidad y asegurar el bienestar de todos. Urge exponer los datos biológicos, diferenciar bien sexo y género, ayudar  profesionalmente a quienes tengan alguna anomalía,  exigir a las escuelas que elijan manuales y lecturas de rigor intelectual, respetar los derechos y la responsabilidad de los padres y madres,  tratar con respeto a todos pero sin imposiciones ideológicas, aportar datos a los medios de comunicación que están promoviendo en general esos planteamientos considerándolos normales y progresistas, y defender la libertad en la sociedad, sin imposiciones de grupos ideológicos, LGBTIQ u otros.

Es una emergencia social, pues está en juego el bien común.

                                                                                               Gloria Solé

                                                                                              Historiadora

                                                                                              Santiago, 26.IX.21