Amparo Alonso Betanzos. Foto: Xurxo Lobato.

El lunes, 27 de marzo, la profesora Amparo Alonso Betanzos ha dado la conferencia «Inteligencia Artificial y Ética: en la intersección entre la tecnología y la humanidad» en el salón de actos del Club Faro de Vigo. El salón estaba lleno. El número de asistentes rondó los 195. El acto comenzó con la presentación de la Dra. Alonso por el Dr. Ángel Guerra, presidente de la AGABI. Después de la brillante conferencia de la ponente hubo un coloquio muy animado. Al día siguiente, martes 28 de marzo, Faro de Vigo publicó una extensa reseña escrita por Ana Rodríguez, que puede leerse en https://www.farodevigo.es/sociedad/2023/03/28/amparo-alonso-europa-apuesta-inteligencia-85265232.html. Reseñamos aquí las ideas más importantes expuestas por la catedrática de Ciencias de la computación de la Universidad de A Coruña, así como algunas fotografías del acto.

«Europa apuesta por una Inteligencia artificial (IA) más ética, al servicio de las personas, respetuosa con los derechos humanos y sostenible. China, que en 2023, pretende convertirse en el líder de la IA con la financiación y dirección del gobierno, tiene interés en monitorizar a la población; y Estados Unidos defiende a sus empresas tecnológicas».

» La IA es una revolución probablemente del mismo nivel que la máquina de vapor, la aviación o la electricidad», afirmó explicando que es una disciplina nacida en 1956, cuya gran disrupción se produjo a finales del siglo XX cuando una aplicación consigue vencer al campeón de «go» (un juego más complicado que el ajedrez) en más de cien partidas.

Ángel Guerra y Amparo Alonso antes de la conferencia.

Los programas desarrollados desde entonces «han cambiado el modo en que nos comportamos como sociedad, y también han supuesto avances en campos como la medicina, la educación, el comercio, la sostenibilidad del planeta, etc.

La profesora, utilizando diapositivas muy claras e ilustrativas, mostró el ranking de empresas con mayor valor en bolsa, y señaló que las diez primeras son tecnológicas americanas y que por debajo se encuentran las chinas.

Indicó, además, que va a darse una automatización de ciertas tareas, sobre todo tediosas. Concretamente, en España se prevé que en 2030 afecte al 34% de tareas. Desaparecerán empleos, pero ninguna evolución ha hecho que este mundo fuese a pero, reflexionó. No caben miedos, por tanto, lo que debemos hacer es ir acostumbrándonos a trabajar con máquinas: «cada vez tendremos que trabajar con más máquinas, pero detrás siempre va a haber un ser humano responsable del sistema», dijo en tono tranquilizador.

La Dra. Alonso durante su conferencia.

Pasó luego la ponente a hablar de cómo va a influir esta revolución tecnológica en la demanda de profesionales con perfil tecnológico, que aumentará. También advirtió de la desproporción de hombres respecto a mujeres existente en la actualidad, sobre todo en puestos de dirección y liderazgo. » El porcentaje de mujeres en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics, traducido al español es Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) es muy bajo. No estamos llegando a la mitad del talento». Analizando la huella de carbono de la IA, señaló que Europa apuesta por una IA «más verde».

Finalizó su intervención citó como efectos éticos del tratamiento de datos en masa (Big Data), de los que deberán ocuparse agencias europeas de supervisión de la IA, como AESIA de A Coruña: La ruptura de privacidad, el tratamiento injusto de individuos o grupos, la perpetuación de prejuicios, la influencia en el estado de opinión de los ciudadanos, el desvelo de la identidad, la vigilancia exhaustiva, la discriminación de precios y oportunidades, y el derecho a ser olvidado o redimirse.

Aspecto del salón de actos.

Durante el coloquio, la profesora Alonso recalcó que no hay que tener miedo a la IA. Por ejemplo, a la pregunta de si llegará el momento en que sea la IA llegue a sustituir a los jueces en la administración de justicia, contestó «que la IA es un apoyo, pues un algoritmo es incapaz de detectar las razones por las cuales se producen las conductas humanas. La IA no puede sustituir a los jueces.