
El Chat GPT entrevistado sobre el aborto.
Como profesor de filosofía especializado en conocimiento y lógica, siempre me ha fascinado cómo el razonamiento moldea nuestra comprensión de cuestiones complejas. Mi curiosidad me llevó a entrevistar a ChatGPT, considerándolo tanto un tema de estudio como un interlocutor. El objetivo era explorar su proceso de pensamiento a través de 25 temas que abarcaban desde la política hasta la filosofía y las cuestiones sociales. Si bien muchos debates fueron esclarecedores, las respuestas de la IA sobre el aborto fueron especialmente estimulantes.
Para mi sorpresa, ChatGPT admitió que el aborto es la terminación de un organismo humano vivo, un reconocimiento significativo que merece un análisis más detallado. La entrevista comenzó con una pregunta fundamental: ¿cuál es la naturaleza de la entidad que se encuentra dentro del útero materno? Utilicé deliberadamente el término «entidad» para evitar juicios preconcebidos. ChatGPT afirmó inequívocamente que el cigoto, el embrión y el feto son todos organismos biológicamente vivos. Explicó que estas entidades presentan las características de la vida: crecimiento celular, metabolismo y capacidad de respuesta a su entorno. La ciencia distingue claramente entre lo vivo y lo no vivo, y la respuesta de ChatGPT confirmó que lo que existe en el útero está indiscutiblemente vivo.
Satisfecho con esta respuesta, insistí: si el aborto pone fin a esta vida, ¿no destruye un organismo vivo? ChatGPT admitió: “Sí, desde un punto de vista biológico, un aborto implica la terminación de un organismo vivo”. Fue sorprendente escuchar esta confirmación, ya que coincidía con el consenso científico. Sin embargo, ChatGPT comenzó a distanciarse de las implicaciones morales de este reconocimiento, señalando que las perspectivas sociales y legales a menudo priorizan otras consideraciones, como la privacidad.

Lamentablemente, una clínica abortiva puede estar en cualquier parte.
A continuación, busqué claridad sobre si este organismo vivo es humano. ChatGPT proporcionó una respuesta inequívoca: la entidad dentro del útero no solo está viva, sino que también es claramente humana. Señaló al ADN como la evidencia definitoria, explicando que la composición genética de un cigoto, embrión o feto humano es exclusiva de nuestra especie. Esta identidad genética, combinada con una trayectoria de desarrollo específica de los humanos, no deja lugar a dudas. Manos en lugar de patas, piernas en lugar de aletas: todo acerca del crecimiento de esta entidad confirma su humanidad.
Pero había más. ChatGPT reconoció además que este organismo humano no sólo está vivo y es humano, sino que también es singularmente individual. El ADN del feto es distinto tanto del de la madre como del del padre, lo que lo distingue como un ser separado. Con raras excepciones, como los gemelos idénticos, no hay dos seres humanos que compartan el mismo código genético. Esta individualidad subraya la gravedad de lo que está en juego en el debate sobre el aborto.
Comentario de AGABI: las respuestas del ChatGPT a este profesor de filosofía norteamericano son muy coherentes con la Bioética Personalista que defendemos, por ello estamos de acuerdo con lo que dice sobre el aborto, aunque no siempre estaremos de acuerdo con todo lo que diga ese chat.
Jorge Matwijec es profesor adjunto de filosofía en la Immaculata University (Chester, Pensilvania, EE.UU.) y es especialista en la enseñanza del conocimiento y la lógica. Es autor de un libro titulado “Mi entrevista con la IA”.