Investigación para desarrollar un anticonceptivo masculino.

     Objetivo: desarrollar un anticonceptivo masculino.

Julio Tudela y Ester Bosch. Observatorio de Bioética. UCV.

Un reciente artículo de Nature Communications Medicine se ha hecho eco del lanzamiento de un anticonceptivo masculino no hormonal, reversible y con una efectividad del 99% según los ensayos realizados en animales.

El fármaco YCT-529, que se testó tanto en ratones como en macacos, inhibe la proteína receptora de ácido retinoico alfa (RARα), que bloquea el acceso a la vitamina A, lo que impide la producción de esperma y su liberación. La ausencia de vitamina A produce infertilidad.

Tras ser administrado por vía oral a ratones machos, YCT-529 inhibe la fertilidad en las 4 semanas posteriores, lo que se correlaciona con la interrupción de la espermatogénesis, lo que demuestra una inhibición específica de la vía RARα. En las 6 semanas posteriores a la interrupción de la administración, la fertilidad de los ratones se revierte. Además, YCT-529 inhibe la producción de esperma en un modelo de primate no humano en las 2 semanas posteriores a la administración oral, sin efectos secundarios adversos. En las 10-15 semanas posteriores a la interrupción de la administración, el recuento de esperma en primates no humanos se revierte por completo.

Al tratarse de un medicamento no hormonal, se espera que no presente los efectos secundarios asociados a los tratamientos hormonales en los usuarios. Si se tratase de lograr la infertilidad mediante la supresión de la testosterona, además de que no se detendría completamente la producción de esperma, sería muy probable la aparición de efectos secundarios importantes, relacionados con la múltiple actividad reguladora de esta hormona.

Los estudios preclínicos mostraron que YTC-529 fue efectivo, evitando los embarazos en ratones en un 99% de los casos.

En estos momentos se está llevando a cabo un ensayo clínico en humanos, en Fase 1a, que cuenta con 16 participantes voluntarios, orientado a evaluar la seguridad, tolerabilidad, la farmacocinética y la farmacodinamia de las dosis orales de YCT-529. Solo tras la realización de este y otros estudios análogos y sus fases posteriores de investigación, se dispondrá de datos representativos sobre eficacia, seguridad y estudio de dosis de este tratamiento anticonceptivo en humanos, que condicionará su comercialización futura.

La píldora anticonceptiva masculina ha sido desarrollada por investigadores del departamento de Genética y Desarrollo de la Universidad de Columbia, de la empresa Your Choice Therapeutics del departamento de Química Medicinal e Instituto de Descubrimiento y Desarrollo Terapéutico de la Universidad de Minnesota.

Valoración bioética

La puesta a punto de un anticonceptivo masculino eficaz, no hormonal, presuntamente bien tolerado y con alta eficacia, puede suponer una alternativa a los actuales tratamientos hormonales femeninos, a base de preparados hormonales, no libres de efectos secundarios, como hemos informado previamente.

Además, dado que no se trata de un preparado hormonal, cabe esperar que se verá libre en gran medida de los efectos no deseados asociados a este tipo de tratamientos.

No obstante, el optimismo manifestado por sus promotores debería moderarse con prudencia: el bloqueo del receptor alfa del ácido retinoico (Rarα), metabolito de la vitamina A puede presentar efectos a largo plazo, relacionados con su potencial antioxidante, los procesos de regulación celular, inflamatorios u hormonales.

Solo estudios con muestras más extensas que la ahora planteada en esta primera fase del ensayo clínico y con seguimientos más prolongados permitirán poner de manifiesto el nivel de seguridad a largo plazo, así como su eficacia real.

En su caso, supondrían un avance sobre los contraceptivos hormonales femeninos. Al inhibir la espermiogénesis, su mecanismo de acción sería anticonceptivo, es decir, evitaría la fecundación, no presentando las dificultades de los métodos actuales en cuanto a la posibilidad de que actúen por mecanismos antiimplantatorios que implican la muerte del embrión.

Además, según los autores, el método es reversible, lo que permitiría recuperar la capacidad fecundante tras la supresión del tratamiento. Esto lo hace preferible a la esterilización quirúrgica masculina mediante vasectomía, de difícil reversión.

No obstante, es pronto aún para concretar las posibilidades reales de esta molécula como anticonceptivo masculino, por las razones ya expuestas.

En cuanto a su aceptabilidad ética, si bien dependerá de su seguridad y eficacia probadas en ensayos clínicos por desarrollar, aunque es cierto que libera a la mujer de someterse a tratamientos contraceptivos y elimina la posibilidad de producir pérdidas embrionarias, supone una intervención para alterar la fertilidad natural del varón que se da en situación de equilibrio homeostático para inducir una alteración de su funcionalidad que derive en esterilidad, aunque en este caso reversible. Esta intervención artificial para hacer que lo que funciona, la espermiogénesis, deje de hacerlo, contribuye también a separar la sexualidad humana de su potencial reproductivo, lo cual ofrece dificultades de aceptabilidad moral desde la perspectiva de su condición natural.