
El Consejo de ministros ha aprobado un proyecto de reforma de la ley del aborto que facilita aún más la interrupción voluntaria del embarazo y apuesta por la anticoncepción y el consumismo sexual de los jóvenes.
La presión ideológica del texto lleva a promover el aborto y no la asistencia real a las mujeres que en embarazos no deseados necesitan ayuda e información para salir adelante. Suprimir días de reflexión, empujarles a abortar sin darles información de otras posibilidades, evitar que sus padres puedan ayudarles a las de 16 y 17 años supone perjudicar realmente a las mujeres, a veces de forma definitiva. Hay opciones que pueden ser una solución mejor: ayudas económicas, adopción, etc. Un hijo no es una cosa y tiene derecho a vivir, y destruirlo deja huella en su madre y en todos los que colaboran. Se ignora por otra parte al padre, que es también progenitor y tiene el derecho y el deber de intervenir en una decisión tan grave.
Puesto que realizar un aborto no es un acto médico aprobado por la deontología profesional, sería más lógico hacer lista de médicos dispuestos a hacerlo, y no de objetores de conciencia que siguen la buena práctica médica.
Se promueve también una educación sexual desde la infancia, pero hay que respetar los planteamientos distintos que hay sobre el amor y la vida afectivo-sexual, según los valores de padres y educadores, sin exigir que la presión de algunas ideologías imponga su concepto de vida sexual a toda la sociedad.
Es positivo el rechazo a la maternidad subrogada, que supone violencia contra las mujeres y los niños, y oculta la compraventa de un ser humano. Convendría seguir promoviendo su rechazo en la comunidad internacional.
En fin, promover desde el gobierno las políticas a favor del aborto en tiempos de invierno demográfico, y el consumismo sexual irresponsable entre los jóvenes, supone, además, nuevas amenazas que entre todos – partidos, educadores, padres, asociaciones, tec- debemos intentar frenas, antes de que se lleven a la práctica y comprometan el progreso social futuro.
Gloria Solé Romeo
Historiadora del Feminismo y miembro de la Junta Directiva de AGABI.